Ahora parece que yo
debiera ver hacia el mar
buscando reflejos en botes e historias de marinos.
Ahí está el mismo
viento,
transfigurado en comunión con las aves.
De entre los rostros
congestionados por el sol de verano
y el pálido de los caminos empedrados
suenan ecos ocurrencias mías.
Como si esta
temporada llegaras aquí,
que aunque no te conozca llegues aquí,
que vamos a querernos sin preguntas.
Que me celaras y te
celare… y tal vez alguien más se cele
Y que tal vez te
vayas, y regreses una y mil veces,
y siempre regreses diferente, pero igual.
Y será tu bienvenida
festival entre sabanas,
aderezada con verte desnuda
y entonces te vista de brazos mujer.
Pero así, sin
conocerte y sin que me conozcas
ya somos dos, y somos nadie,
somos previo.
Somos más allá de
todo,
más acá de todo odio y amor.
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