Lo que he aprendido es que nada aparece por arte de magia como a veces pareciera.
De hecho ni siquiera empieza desde Cero, sino que mucho antes, en el misterioso campo entrópico al que llamamos existencia. El Caos, lo único que esta antes y después de todo.
Aunque las cosas se reduzcan, pueden volver a crecer, si el 100 lo llevamos a 1, podemos regresarlo a 100, incluso si el 100 lo llevamos a 0 podemos iniciar una cuenta nueva, ¡incluso! Si el 100 lo llevamos a -100, podemos contar de nuevo, porque sigue siendo la misma cosa, aun refiriéndose a números negativos, este 100, 0, 1, o -100, no son sino la misma cosa o se refieren a lo mismo, y a no ser que todo se destruya más allá de cero serán solo eso, lo mismo.
Imaginemos una línea numérica infinita con centro en cero, la línea se extiende infinitamente hacia ambos lados, ahora cerramos la recta (la doblamos) haciendo centro en cero, al chocar los valores contrarios nos quedaríamos con su resultado que sería… Cero.
Ahora tenemos una línea infinita de Ceros, es decir, Cero infinito, ahora cada Cero de esta nueva línea tiene el gran potencial (no la necesidad ni la pericia o habilidad) de volver a crear una línea nueva; tal vez no todas lo hagan, pero el potencial está latente infinitas veces.
Ahora tenemos una línea infinita de Ceros, es decir, Cero infinito, ahora cada Cero de esta nueva línea tiene el gran potencial (no la necesidad ni la pericia o habilidad) de volver a crear una línea nueva; tal vez no todas lo hagan, pero el potencial está latente infinitas veces.
Lo que se debe hacer es simplemente borrar los Ceros, juntarlos en un solo punto y borrarlos para empezar con un “algo distinto”.
-Gracias Michio Kaku-
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