Quédate otra vez

Tal vez seas la mama más bonita del mundo
y yo el hombre más celoso.

Tal vez no sea la historia más perfecta para contar
y del sentimiento en las mañanas no sepa que decir, excepto…

Maldición, llego tarde otra vez
tarde y con ganas, como el favorito para perder,
perdedor y segundo lugar.

Maldición y mil demonios y mis demonios
y es que me enojo,
porque sé que la culpa la tengo yo, y la tenemos los dos
y la culpa nos tiene a los dos.

Pero tan perdido, un beso sin entregarse,
tal vez no como debía, pero no pudo ser de otra manera,
tú estabas ahí tan distendida de mí,
y yo sin permiso para pisar.

Y todavía pienso,
 es precipitado decir
que esto es el fin.

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